En todo el mundo, los edificios son los responsables de la generación de más del 40% de los gases del llamado efecto invernadero, lo que representa el potencial de ahorro de energía de los edificios existentes. Para muchos países es una prioridad reducir las emisiones de CO2 en la construcción, y es algo que se está consiguiendo extremando las regulaciones en materia de construcción y prestando especial atención a las características aislantes de los edificios.
La construcción nueva representa un 5% del total de proyectos por lo que se debe dar prioridad a la restauración y rehabilitación de edificios de modo que los más antiguos se adecúen a los estándares actuales en materia de ahorro energético y aislamiento térmico.
Hoy en día ya existen soluciones sencillas y probadas para mejorar la eficiencia energética en los edificios, entre algunas de ellas la ESSO (Asociación Europea para la protección solar) destaca la protección solar activa y automatizada, la ventilación natural y la mejora en aislamiento térmico.
Con una protección solar automatizada (toldos, screens, persianas, etc) Somfy se posiciona al frente de este campo. Para la marca esto significa un reto y un catalizador para la investigación, la creatividad y el crecimiento. De ahí que la sociedad haya querido dar este impulso para acercarse a las demandas de los actores principales de la industria de la construcción, como son inversores, promotores, arquitectos, propietarios, ingenierías, etc.
La apuesta de Somfy en tecnología de fachadas se basa en tres áreas bien definidas: aislamiento dinámico. Esto es una mejora en el equilibrio térmico de modo que se ahorre de forma sustancial el gasto en aire acondicionado y calefacción. Control de la luz natural. Mejorar este control mejora el ahorro energético y además aporta una mejora en el confort visual. Ventilación natural. Saber utilizar este recurso aporta unos entornos laborables y domésticos más productivos y confortables.
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